Miércoles mudo: Rojo

Instinto

El otro día vi una entrevista que le hacían al Doctor Estivil en un programa matutino. Ha escrito un nuevo libro, que promete como novedad, hacer dormir a los bebés desde el primer día de vida...pobrecitos. Con lo agustito que estaban en la tripa de mamá sin saber de este doctor.

No soy pediatra, no he estudiado neurofisiología ni trastornos del sueño, pero soy mamá y mi instinto puede mucho más que ese 'sentido común' que él presume de tener. Un bebé que acaba de nacer, que acaba de salir de un sitio donde sentía el contacto y el calor de su madre a otro hostil y desconocido, ¿por qué le tenemos que abandonar en una cuna si llora?, y si llora ¿no será por algo?. 

En la entrevista dice que para que duerman bien tienen que haber estado despiertos durante 30 o 40 minutos, es decir, que cuando se despierte por la noche a comer, mientras le damos el pecho tenemos que cantarle y hablarle para que no se duerma. Mi niña se despertaba cuatro o cinco veces todas las noches, si ya tenía sueño a la mañana siguiente, no me puedo imaginar como hubiese sido de tener que estar 40 minutos cantando en cada toma. Confieso que muchas veces me dormía mientras le daba el pecho. Además, a veces es difícil dormir a un niño, pero mucho más difícil es mantenerlo despierto cuando él lo que quiere es dormir, vamos que ni cantándole rock duro.

Cuando me metí en su web para indagar en el tema, vi que tenía una aplicación que te podías descargar en el móvil. Esta aplicación te dice paso a paso lo que tienes que hacer, incluso te cronometra el tiempo que tienes que esperar antes de entrar en el cuarto y decirle 'las palabras mágicas'. Cuando lo has conseguido, el niño ya no llora más (agotado se ha dormido), la aplicación te felicita y suenan aplausos de fondo. Sin palabras.

Mamás, papás, leed otros libros y luego podréis decidir, mi consejo es que sigáis vuestro instinto. El mío me dice que cuando mi niña llora, llora por algo, aunque ese algo sea que quiere mimos. Yo a mi edad también necesito el calor y el cariño de los míos, por eso, porque sé lo que se siente, no le voy a negar a mi bebé mis brazos, mi pecho, mi voz.

Miércoles mudo: Verde

Comienzo dulce

Por fin estaba aquí. Si cierro los ojos puedo ver con claridad sus ojos, recuerdo su olor, su calor y también su llanto. Cuando nació no paraba de llorar, no había manera de calmarla. Después de un rato, la acerqué al pecho y se enganchó sin problemas, no tubo que hacer un gran esfuerzo para sacar alimento ya que su hermana le había allanado el camino. 

Una vez más la naturaleza me volvió a sorprender, después de estar nueve meses amamantando a mi hija mayor, deje de producir leche para comenzar otra vez con el calostro.

Mi pequeña cogió peso enseguida y el segundo día tuve la subida de la leche sin ningún problema. La verdad es que en todo momento tuve el apoyo de las matronas y pediatras del hospital, aunque me comentaban que por desgracia y sobre todo por desconocimiento no había muchos casos de mamás que se atrevieran con el tándem. Que lejos de ser perjudicial, la lactancia en tándem es algo muy positivo tanto para la madre como para los hermanos ya que fomenta el vínculo entre ellos.

Se puede decir sin duda que fue un dulce comienzo, pero si soy sincera, lo que vino después no fue tan fácil.